Asociaciones de Padres y centros escolares intentan buscar una solución a la situación planteada por la Seguridad Social, que ha obligado a varios centros escolares a dar de alta a sus entrenadores, una práctica insólita en Álava. La mayoría de entrenadores lo hace por afición y su retribución es meramente testimonial.
Las inspecciones de la Seguridad Social amenazan ahora la viabilidad de algunos equipos en categoría escolar. La obligación de cotizar por los entrenadores obligará a elevar la cuota que pagan los padres por las actividades de sus hijos. Los centros buscan fórmulas alternativas como el voluntariado, aunque algún colegio ha anunciado ya que no formará equipo este año para evitar sustos.