… Se trata solamente de honestidad. Es una idea que puede que le haga reir, pero el único medio de luchar contra la peste es la honestidad.
– ¿Qué es la honestidad? – dijo Rambert, poniéndose serio de pronto.
– No sé qué es, en general. Pero, en mi caso, sé que no es más que hacer mi oficio.
La peste. Albert Camus.
El Estado de Alarma y confinamiento a causa de la crisis de Covid-19 ha descubierto nuestras fortalezas y debilidades o más bien miserias, que como sociedad nos hemos construido a lo largo de nuestra historia reciente.
Esta situación de confinamiento está suponiendo un reto de convivencia para las familias con niñas y adolescentes. Y también para comprender realmente cuales son nuestras verdaderas prioridades como sociedad. Y una vez más, las voces de la infancia y la adolescencia son las grandes olvidadas.
Éstas han quedado relegada a un segundo plano, Le Monde abría las noticias hace unos días con la portada ”La infancia es confinada más estrictamente que los perros, en España”. Bien o malintencionadamente, desenmascara una realidad palpable, a la que se suma la escasa confianza que la clase dirigente tiene hacia nosotros como sociedad. Los niños se han convertido en “enfermos asintomáticos” y esto, en el contexto del gran esfuerzo por contener la pandemia, hace que los veamos como potencialmente peligrosos.
Siendo fieles a la realidad, se ha abordado la infancia en el Estado de alarma en relación a la escuela; el currículo, los contenidos, las clases on line, siempre desde el punto de vista docente, en un discurso eminentemente adultocentrista. Nada nuevo bajo el sol.
Las aportaciones de los docentes en la parte que nos toca, la Educación Física, ha sido la creación de infinidad de recursos digitales para compartir en nuestra sociedad virtual. Es de agradecer esa ingente labor realizada, si bien asienta el discurso monopolizado por esa voz docente. Algunos comienzan a cuestionarse si esos esfuerzos no deberían de ir encaminados más a preguntar al alumnado sobre sus verdaderas necesidades en esta crisis; muchas compañeras y compañeros de profesión expresan el hartazgo del teletrabajo y la importancia de escuchar a los alumnos sobre qué les preocupa, cómo llevan la situación de confinamiento, no tanto sobre la materia que, por cierto, en muchos casos ha aumentado su carga en forma de deberes. El último esperpento para el anecdotario han sido las tare de ejercicios de natación en casa. Desconozco si eso lo cubre el seguro de responsabilidad civil colegial. La incompetencia, es seguro que no.
Pero por otro lado, ¿puede la Educación Física y deportiva ayudar a reconectar a las familias en estas circunstancias? ¿Aprovechar el momento para reforzar el núcleo familiar, los lazos entre padres, niños y adolescentes? Por sí sola es seguro que no, pero puede suponer un medio de inestimable valor en estas circunstancias.
El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas advierte del grave impacto físico, emocional y psicológico del Estado de alarma por Covid en los niños y pide a los Estados que tomen medidas. Entre ellas, que las restricciones sean proporcionales, mínimas y limitadas en el tiempo, que se tenga en cuenta el interés superior del menor, contemplar al menos una salida al día al exterior, respetando las medidas de distancia social y supervisadas, que la educación online no aumente las desigualdades existentes, nutrición, atención médica, oportunidades para que las opiniones de los niños sean escuchadas.
Y ahora comienza a hablarse sobre la necesidad de poder salir a la calle a moverse, a realizar ejercicio, a practicar deporte, en esa desescalada tan ansiada. Es en estas cuestiones en las que debemos de retomar la confianza en nosotros mismos como sociedad. Cuando se den las circunstancias para ello, seamos responsables porque en definitiva, lo que nos hemos confinado temporalmente es la libertad, libertad de caminar, de movernos, de encontrarnos. Pero también la libertad de la infancia, que debe ser recuperada para su propio beneficio emocional.
Tendrá que ser el momento de la esperanza, de la escucha, de la confianza mutua en el futuro y de la voluntad de volver a estar unidos pero también ahora mismo, en casa, es el momento de estar (también física y mentalmente) presentes.
Hugo Raúl Castellanos Lorenzo
Presidente-Decano del Colef Asturias
Nº Col. 53928
Muy bien Raul. Perfecto y unificar criterios, al menos entre nosotros, los profesionales tenemos q darnos a valer y demostrarlo.
Es buena ocasión para concienciar a las familias de forma integral.
Se puede sacar mucho beneficio del “muévete en casa”: incluso enseñando a moverse con sistemas divididos de mañana y tarde.
Hay más esperpentos contra los q hay q ponerse muy serios: Todavía hoy hay Colegios en los q se castiga a los alumnos a quedar sin clases de E. F. por mala actitud en clases de otras asignaturas ( para 2 miserables sesiones/ semana q tienen); o profesores q imparten docencia sin uniforme reglamentario; o sin cualificación especifica ( especialmente en Primaria); o q evalúan y califican a los alumnos sin criterios objetivos solo por la actitud; etc…
Evitar esto dignifica la Profesión y toca a todos, incluso a los q ya hemos pasado al ansiado”tercer tiempo” de la jubilación.
Gracias. Saludos, y mi Felicitación por vuestra gestión.
Hola, Ricardo. Antes de nada, espero que estés bien y los mejores deseos para tus familiares y amigos.
Agradezco la lectura y el comentario del artículo. Como dices, es buena ocasión para concienciar a las familias de forma integral. Algo tan sencillo como jugar al escondite en casa se puede convertir en una manera muy agradable y adecuada de reforzar los lazos. Algunas personas se quejan del mal comportamiento de sus hijas e hijos, culpabilizándolos, cuando la realidad es que los niños no tienen todavía herramientas para gestionar de forma adecuada sus emociones, y más en esta situación de confinamiento y la realidad es que somos los adultos con nuestro comportamiento SU MODELO DE REFERENCIA para manejar de manera adecuada esta difícil situación que estamos pasando.
Su comportamiento es un reflejo de lo que les ofrecemos.
Penoso titular de Le Monde, tal vez causado por una actitud soberbia o porque olvida Le Monde que los perros no pueden mear y cagar en casa, o por lo menos no en la mayoría de los hogares de España…niñas y niños si, por mucho que comprendamos su particular sensibilidad al confinamiento.
Y como sociedad, caemos en la cuenta de que hay que repensar muchos modelos y paradigmas. El presencialismo docente sigue siendo fundamental, escuelas e institutos son el mejor lugar donde estar desde los 6 a los 18 años…¡ Y qué poco se cuidó su construcción, ampliación o mantenimiento!… En el otoño , con una posible segunda ola, será difícil pensar en clases, vestuarios, trasiego normal.
Y en los días que vivimos, con alumnado desconectado o conectado a lo suyo, profesorado saturado y multiplicado, la enseñanza – aprendizaje también tiene que ser reposo, sedimento y no arrolladora vanguardia y frenesí tecnológico.
Hoy conseguí una respuesta por correo de un alumno con dificultades, y sus palabras sencillas con agradecimiento e interés por mi fueron lo mejor de la EF que pude ofrecerle en seis meses.
Todos estamos adaptándonos, y el tiempo dará verdadera dimensión a todo.
Colegiada 4902
Penoso titular de Le Monde, se olvidan que los perros no pueden mear y cagar en casa, y en España casa es mayoritariamente un piso. Y esta realidad no es insensibilidad hacia los menores.
La pandemia debería hacer revisar paradigmas y modelos, de mucho, de todo tal vez. En lo tocante a la enseñanza, desde los edificios hasta el currículo, si. Pero si algo está quedando diáfano es que en el cierre en que se puede relativizar el rendimiento, la tecnofilia, el academicismo y las jerarquías: la gente pinta y dibuja, escucha música y se mueve lo que puede… intuye o sabe perfectemnte que en esas tres cosas puede haber un refugio, una terapia, una prevención, además de un pasatiempo.
No imagino cómo será ver niños en casa sin salir más de cuarenta días, pero a falta de experiencia directa y solo informada por los medios habituales, concluyo que se están portando más que bien, que merecen y necesitan un alivio. No estoy en condiciones de rebatir con argumentos una decisión tan difícil.
Hoy conseguí respuesta de un alumno con dificultades, un correo breve, sencillo donde insertó su preocupación por mi estado: es la mejor resonancia de la EF que pude ofrecerle estos trimestres.
El otoño puede venir con otra ola, y estaremos un poco adevertidos, pero preparados no sé…el tiempo pondrá algunas cosas en su sitio, meintras tanto, seimpre mientras tanto y como dice Camus, somos honestos cuando hacemos nuestro oficio, humildemente.